viernes, 17 de febrero de 2017

RECOMENDACIÓN DE PELICULÓN: DÍAS DE VINO Y ROSAS.



DÍAS DE VINO Y ROSAS (1962)

Blake Edwards (1922-2010)




Uno de los libros que más me ha llamado la atención por la forma de tratar el tema del alcoholismo, ha sido una novela negra titulada Ocho millones de maneras de morir, de Lawrence Block. En ella un detective privado en horas bajas, Mathew Scudder, vagabundea por los delirios del alcohol intentado apartarse de una cruda realidad en la que existen, según puede constatar a diario en el periódico, millones de formas de salir de la vida o de que te saquen de ella.

En cuanto al cine, otra de mis grandes pasiones, el impacto que me provoca Días de vino y rosas cada vez que la veo es brutal. A pesar del título alegre que casi nos invita a ver una comedia, no debemos engañarnos, estamos a punto de ver un drama sin igual.




Joe Clay es un hombre que trabaja de relaciones públicas montando fiestas para ricos y magnates. Le desagrada su trabajo y ahoga sus penas con los litros de alcohol que puede trasegar en estos eventos que organiza. En uno de ellos conoce a Kirsten Arnesen, secretaria de un cliente, y se enamora de ella. Al principio a ella no le gusta ni él ni su forma de vida: “¿Quiere una copa?”, le pregunta él. “No gracias, no bebo, no me gusta el alcohol. No necesito beber, ya me siento bien”, responde ella. (Se convertirá en una frase que si la recuerdas al finalizar la película te removerá todo por dentro). Esa noche ella accederá a beber un licor de chocolate que le encanta. Acabarán paseando por el muelle en una escena memorable en la que se pone en evidencia la soledad en la que ambos están sumergidos. Poco después acabarán casándose y tendrán una hija.

A partir de aquí asistiremos a varias escenas desoladoras: él bebe cada vez más y llega a casa borracho; se enfada porque ella está sobria. La lía y la niña empieza a llorar.





Los problemas laborales le hacen beber más; la mujer comienza a hacerlo cuando está sola con la niña; prende fuego al piso. A partir de aquí ella irá en caída libre hasta el subsuelo.

La catarsis comienza cuando él se da cuenta de que es despedido una y otra vez del trabajo: “¡Somos unos borrachos, y esa niña que está ahí…, somos unos borrachos!”

Aquí tengo que hacer un inciso para destacar las magníficas interpretaciones de los dos protagonistas: Jack Lemon y Lee Remick. Se meten tanto en su papel que acabas soportando una tensión a lo largo de la película casi insostenible. Hablo de la versión original, que es como me gusta ver las películas, ya que se aprecian todos los matices y detalles, (¡qué importante son las voces!)





Él logrará salir, irá a reuniones de Alcohólicos Anónimos, volverá a recaer con ella (desgarradora la escena en la que él vuelve a emborracharse para no dejarla sola, porque está enamorado). Pero finalmente él se asirá a un flotador para salir a la superficie.

Días de vino y rosas es un intenso drama, un clásico. Personajes complejos, cambiantes. Un film que comenzaremos a ver con una sonrisa para quedarnos helados cuando termina. Atemporal, por el tema que trata. Una película hipnótica y melancólica en la que nos veremos mareados al igual que sus sufrientes protagonistas, porque suena a realidad, a tragedia cotidiana, a vidas normales que pueden ser las de cualquiera.

Al final vemos una mujer que se va, y la amargura se apodera de nosotros. Su marido la observa desde la ventana mientras el letrero de un bar se alumbra de manera intermitente reflejándose en el cristal de la ventana.





12 comentarios:

  1. Bueno, bueno, la reseña es estupenda, creo que la vi en su momento. Fíjate has contado toda la trama hasta el desenlace final, pero esta película es de las que hay que ver, disfrutar con esa interpretación. Buenos actores, ese camaleónico J.Lemon, lo mismo borda la comedia como el drama. La historia, una de tantas, antes y ahora, para reflexionar, para ahondar en ella. Gracias. Estupenda historia. Un abrazo

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    1. Muchas gracias Emerencia. Efectivamente, yo también creo que aquí lo importante es ver la película y darte cuenta de la espiral en que se ven involucrados ambos protagonistas. No es una trama que se desvele realmente. Los dos están estupendos, Jack Lemon más histriónico pero fantástico, y Lee Remick más sutil pero también impresionante. Me alegra que te haya gustado.
      Un enorme abrazo.

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  2. impresionante actuacción de ambos... y un guión incomparable... me dejo huella

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    1. Gracias Anabel. Totalmente de acuerdo. Una película para recordar y ver de vez en cuando. De esas historias que te dejan poso. Un saludo.

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  3. Mi memoria para las películas y los libros es tremenda de mala, así que aunque conozco de sobra el título de este film y me suena el argumento, no estoy segura de haberlo visto. Después de leer tu estupenda reseña y aunque sé que lo voy a pasar mal, hago firme propósito de verla, sea una primera vez o no.

    Puffff qué historia tan dura y a la vez tan real, un drama devastador. Ambos actores me gustan mucho, así que en ese aspecto sí que voy a disfrutar.

    Mil gracias por la recomendación, Ziortza. ¡Un beso y buen finde!

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  4. Hola! Yo la vi hace bastantes años, y la verdad que es espectacular. Estoy de acuerdo que el título podría parecer el de una comedia, pero la realidad es que es una novela desgarradora. Creo que fue una de las primeras historias que hablaba del alcoholismo como un problema. Antes de eso, casi siempre el borracho era el personaje secundario del cual reírse, el cómico o el patético. Está claro que es una película de 10.
    Un saludo :))

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  5. Hola Julia, yo también soy muy mala con la memoria para acordarme, sobre todo con las películas, con los libros no tanto. Lo que pasa que algunas te marcan tanto, como es este caso, que no he podido olvidar sus visiones. Es verdad que a veces se pasa mal con las películas, pero a veces merece la pena, no se como explicarlo, es como si esa joya que estás viendo compensara todo. Yo lloro mucho viendo ciertas películas, pero es porque lo que me cuentan es de verdad, porque me identifico de alguna manera. Me gusta demasiado el cine, que le vamos a hacer. Gracias por tus palabras, un abrazo y ¡feliz domingo!

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  6. Hola María. Tienes razón, creo que esta película supuso un punto de inflexión, ya que hasta ese momento no se había tratado este tema como un problema, sino como un protagonista más en las películas. En ese sentido el director, Blake Edwards, tuvo agallas al hacerlo. Luego vendrían más, me viene a la cabeza Leaving Las Vegas, por ejemplo, bastante dura por cierto.
    Muchas gracias por tu comentario, María, ¡un abrazo!

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    1. Exacto! Leaving las Vegas! A mí me dejó un sabor de boca muy amargo, porque como dices es muy dura, es que no sólo por el personaje de Nicolas Cage, sino por el de Elisabeth Sue. Todo en conjunto me causó muchísima sensibilidad.
      Un saludo, feliz domingo guapa

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    2. Leaving Las Vegas es brutal. Esa autodestrucción de un hombre que quiere beber hasta morir y su encuentro con una prostituta que no sufre más que desgracias y vejaciones. Imposible quitársela de la cabeza.

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  7. Creo que vi esta película demasiado pronto, cuando todavía era demasiado joven. Me causó tal impacto ese recorrido destructivo, pero lo que más me impactó es que el saliera a flote pero ella no. Casi asumía que se hundieran los dos pero que ella no lo consiguiera, me dejó algo tan amargo dentro que, fíjate, me da cierto repelús volver a visionarla.

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    1. Es normal que a veces pasen esas cosas con ciertas películas. Yo también tengo "miedo" de volver alguna que me haya dejado mal cuerpo en el pasado. Lo que pasa, es que a veces la peli es tan buena que no puedo evitarlo. Y es verdad que el final de esta en concreto es de una desolación difícil de soportar.

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